
Nos conocimos en las aulas de Sociología de la Universidad de Chile, en los meses previos al golpe de Pinochet. Luego lo encontraba de vez en cuando en el Seseribó, templo de la salsa en Quito. Simón Pachano se dedicó a la ciencia política y trabajó cuatro años con Raúl Baca, durante el Gobierno de la Izquierda Democrática. Finalmente entró a la Flacso, donde ejerce la cátedra y la investigación, y sigue publicando libros sobre política comparada, su especialidad.
Mantiene también, desde los años noventa, una columna semanal en El Universo. Allí se ha mostrado como un agudo crítico no solo de los atropellos del correísmo, sino de los otros regímenes que han pasado inútilmente por Carondelet.
Desde que sacó su doctorado en Salamanca, viaja allá con frecuencia y se da gusto con la cocina española, pues él también practica el arte de la cocina.