
Por Benjamín Ortiz Brennan
La celebración de los 150 años del colegio San Gabriel de Quito tiene múltiples significados. Representa la vuelta de los jesuitas al Ecuador después de que fueran expulsados por el presidente José María Urbina y es una de las marcas mayores de la obra educativa del presidente García Moreno, cuyo nombre está asociado al del colegio. Es, además, la evocación de una sucesión de generaciones que de distinta manera fijaron su huella en la historia del Ecuador republicano.
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