El origen del trueque se remonta a seis mil años atrás, en Mesopotamia, cuando se empezaron a intercambiar los excedentes de las cosechas. En América es una práctica asociada al campo. Sin embargo, la situación económica y la pandemia dispararon estas transacciones en Quito.

—Mi primer trueque fue un juicio de alimentos por una plancha de cabello.
—Cambié la televisión de mi casa por una colmena de abejas.
—¿Bicicleta por dos fundas de limones?, a veces no entienden nada.
—El trueque me salvó.
—Conocí el trueque en el desempleo.
— “Basura” es solo una categoría.
Son voces urbanas, que entraron al mundo del trueque del que difícilmente se puede salir…