Por Diego Pérez Ordóñez.
Edición 461 – octubre 2020.

Pasear libre y despreocupadamente por la mente de Susan Sontag. Indagar en sus rincones y visitar sus galerías secretas. Hurgar en busca de sus mecánicas intelectuales, de sus miles y variadas lecturas decantadas por los años, de sus procesos de acumulación de sensaciones y conocimientos. Entender cómo funcionaba en su caso la relación entre observar y escribir. Tratar de descifrar sus verdaderas pasiones.
Has llegado al límite de artículos gratis para este mes.
¡Lee sin límites!
HAZTE PREMIUM
o
Iniciar sesión