EDICIÓN 486
¿Perteneces al gremio de los guionistas? No. ¿Al de los directores? Tampoco. ¿Al de los escritores? Nop. ¿Al de las mujeres en el audiovisual? De ese ya me salí, ¿o me botaron? Hagamos un gremio de los sin gremio, me dice un amigo. Pero le digo que no porque “me he de salir”.
La palabra gremio me asfixia. Nunca he podido con los grupos. Como crecí en escuelas aniñadas y mis papás se daban de comunistas, no tenía amigas y les odiaba por “longuear” todo el tiempo. Casi siempre me descolaban, y sí sufría por eso, pero en el fondo pensaba que eran seres inferiores que viajaban a Disney el verano.
