A la mesa con el Nobel
Cierto día, un periodista le disparó a Neruda: “Maestro, si le pusieran en una mesa el Premio Nobel y en otra la presidencia de Chile, ¿cuál escogería?”. Sin dudarlo el poeta respondió: “Me iría a otro restaurante”. Sin embargo, obtuvo ese premio mientras que su contemporáneo Jorge Luis Borges no.
La literatura nunca es solo literatura. La política, a lo largo de la historia, le ha clavado sus garras, coloradas o verdosas, para utilizarla como propaganda. Y la Academia difícilmente podría ser una excepción.
Gustavo III de Suecia la fundó en 1786 con la intención de difundir el sueco y reglamentarlo. Desde entonces, con la divisa “talento y gusto”, sus miembros se han empeñado en mantener “la pureza, el vigor y la majestad” de la lengua. Desde 1901 se encarga de otorgar el Premio Nobel de Literatura, uno de los cinco originales, que se estableció como última voluntad del industrial Alfred Nobel.