La obra de la cuencana Natalia García Freire ha sido destacada por periódicos como El País y The New York Times. Razones para las ovaciones hay muchas, pero por ahora solo diremos que la responsable es su prosa impetuosa que aborda problemas universales y se vale de elementos y memorias locales.

Su nombre se suma al de María Fernanda Ampuero y Mónica Ojeda, publicadas en España. De hecho, en 2019, una editorial independiente de ese país sacó a la luz Nuestra piel muerta, que transcurre en una vieja mansión rural, por cuyas fisuras se cuelan los mismos insectos que surgen de la carne putrefacta; allí, el protagonista vive epifanías y pesadillas.

Poco después, llegaría su segunda novela, Trajiste contigo el viento, en la que nos adentramos en un universo rural de resonancias mitológicas. Varios narradores relatan la historia de Cocuán, el pueblo creado por García Freire.