EDICIÓN 486
Blonde, una película biográfica sobre Marilyn Monroe, se atreve a meternos en la cabeza del personaje principal y la verdad es que desde ese lugar todo se ve muy inestable y peligroso.
Es cierto que pasa con alguna frecuencia, pero también es cierto que no le pasa a todo al mundo; ciertamente, no les pasa a todas las estrellas de cine. Los astros vuelan alto y van dejando un rastro de películas hasta ocupar un lugar fijo en la gran pantalla que nos cubre; allí se dedicarán a brillar y su única línea de diálogo será ese rayo de luz que uno quisiera poder tocar con las manos o con la punta de los pies. Uno quisiera agarrar una estrella con ambas manos y, no sé, olerla y luego frotar el cuerpo contra ella. Uno quisiera agarrarla, preguntarle cosas, cosas simples como esta: ¿Qué te pasó?
