
El ecosistema manglar es el eje transversal que sostiene al 80 % de la población del cantón Muisne, ubicado al sur de la provincia de Esmeraldas. Paolo Realpe es uno de sus hijos y nos mete mangle adentro para contarnos su oficio de conchero, en clave de arrullos.
Una jornada en el manglar
Conchar, la práctica de recolectar conchas y moluscos en el manglar, más que un oficio, es un legado cultural. Paolo Realpe inicia el día encendiendo su bola de humo, un incensario con fibras de coco, hojas y ramas secas. Este fuego lo ofrenda a un árbol centenario de manguillo al que, cariñosamente, llama Abuelo. Lo rodea con sus brazos y le pide permiso para entrar. “El manglar me ha enseñado quién soy, de dónde vengo y a dónde voy”, dice con la convicción de que su propósito en el mundo es ser vocero de la magia de este santuario natural.
Acompaña la jornada con sus arrullos: cánticos en honor al mangle, gestados a partir de la música y el lenguaje de los pueblos afroesmeraldeños; que Paolo recita con una singular energía que alegra al grupo.