Skip to main content

Lewis Carroll: La mejor caída de nuestras vidas

por admin

Por Paulina Gordillo

 Un conejo que corre con demasiada prisa hacia el agujero de una madriguera. Una niña que lo ve y que, cómo no, lo sigue. Una caída. Larguísima. Y unos lectores que, excitados como la niña por el disparatado encuentro con un roedor bípedo y parlanchín, deciden ir detrás de ambos, sin saber lo que les espera. Éramos niños. Alguien nos había regalado aquel libro de título sugerente, Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, y poco nos importaba lo que pudiera ocurrir al saltar dentro de sus páginas.

A pesar de los años que nos separan de aquella experiencia, muchos aún no nos hemos recuperado de la caída y de vez en cuando nos ausentamos del casillero en el que nos encerramos conforme fuimos creciendo, para despeñarnos por el agujero y probar de nuevo la galleta o el contenido de la botella solo porque llevan un cartel que ordena ‘cómeme’ o ‘bébeme’; e intentar alcanzar inútilmente al Conejo Blanco, tomar el té con el Sombrerero Loco, charlar con el Gato de Cheshire antes de nos abandone dejándonos a solas con su sonrisa, plantarle cara a la Reina de Corazones, y dar la orden de que le corten la cabeza.

Has llegado al límite de artículos gratis para este mes.
¡Lee sin límites!
HAZTE PREMIUM
o
Iniciar sesión

Etiquetas: