Por Anamaría Correa.
Ilustración: María José Mesías.
Edición 467-Abril 2021.

“Morimos con los que mueren: ved, ellos se marchan, y nosotros nos vamos con ellos… Es verdad que nos vamos con ellos, en el primer instante al menos. Queremos acompañarlos, seguir en su dimensión y en su senda, que es ya el pasado; sentimos que nos abandonan, que han emprendido otra aventura y que somos nosotros los que quedamos solos, avanzando por el oscurecido camino que no les interesa y del que han desertado; y como no podemos ir detrás o no nos atrevemos, volvemos a nacer y a dar unos titubeantes pasos, se nace cada vez que se sobrevive a alguien cercano, cada vez que se produce una baja y esta tira de nosotros pero no logra arrastrarnos por la garganta del mar que la ha engullido”.