Por Carla Maldonado
Busca algún título entre los anaqueles de literatura internacional y nacional. Se pasea por el estrecho pasillo del bus transformado en una pequeña biblioteca. Se detiene y toma un libro. Mira detenidamente la portada, lo abre y sonríe. Se sienta en una grada y empieza a leer.
Erick Encalada prefiere el realismo y los libros antiguos porque “tienen más elegancia”, dice con seguridad. La Catedral, del estadounidense Raymond Carver, encabeza la lista de sus top ten. También le gusta La palabra del mudo, de Julio Ramón Ribeyro. “Me encanta su manera de escribir por su originalidad y el estilo refinado de su prosa”, subraya.