
En El nacimiento de la tragedia griega, un joven y delirante Friedrich Nietzsche hace un magistral recuento de la transformación de la cultura occidental, desde el siglo V a. C. cuando los griegos poblados de sus dioses mundanos y falibles hacían sus festivales teatrales, hasta bien entrada la modernidad.
En este ensayo, que de paso es su primera obra, Nietzsche establece algunos puntos críticos en la historia de la cultura occidental nacida de los griegos, que probablemente inventaron todo lo que posteriormente sería Occidente y sus grandes paradigmas.
La mitología griega estaba llena de dioses terrenales: lujuriosos, alcohólicos, pasionales. Entre ellos, una de sus figuras icónicas era Dionisio, el dios del vino. Dios de la fiesta incansable que, luego, en la cultura romana, sería Baco, de ahí la palabra común que se refiere a las fiestas largas como bacanales.