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El tiempo de los Rolling Stones

por Leisa Sánchez

Por Bolívar Lucio.

Música-1

Los altavoces en la estación de Stratford, al este de Londres, no anunciaban la salida o llegada de trenes. La instrucción que se repetía era esta: “Las personas que asistan al concierto de Los Rolling Stones suban la escalera y tomen su derecha”. El London Stadium queda a quince minutos de ahí. En los puentes de acceso había gente que sostenía vasos de cerveza y compraba camisetas. Al fondo, en las afueras del estadio, se veían carteles enormes anunciando la nueva gira: No Filter. La banda escogió ese nombre porque durante el tour tocarían con su formato básico, como el grupo de R&B que eran cuando empezaron: guitarras, batería y voz.

Los Rolling Stones son el mejor espectáculo en vivo de la historia. Millones de personas los han visto en vivo desde 1962 y esa noche otras 70 mil esperábamos que llegara el momento. El telonero, Liam Gallagher, conocido por su carrera con Oasis, sacó sinceros pero poco entusiastas aplausos hasta que, al fin, bajó del escenario para ver el concierto desde la cancha. Se encendieron entonces cuatro pantallas rectangulares y en ellas apareció la legendaria boca de los Stones sobre un fondo amarillo. Los miembros de la banda ocuparon sus lugares y el concierto comenzó como tenía que comenzar: con un riff del guitarrista Keith Richards.

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