Fotografía: Shutterstock.
Edición 466 – marzo 2021.
Sólo seis años duró la paz en Birmania, donde otra vez gobiernan los militares.

Los rumores —desconcertantes, insidiosos— rodaron con persistencia desde que empezó el año y llegaron a ser estruendosos a finales de enero: un golpe militar era inminente. Decían, incluso, que ya en Navidad habían sido suspendidos los permisos de salida y que los arsenales habían sido abiertos para sacar las armas más modernas. La prensa llegó a reportar movimientos de tropas. Sin embargo, casi nadie se alarmó, porque era del todo impensable que tan sólo seis años después de haberse replegado a sus cuarteles, agobiados por un repudio generalizado, interno y externo, a su dictadura de medio siglo, los militares estuvieran pensando en otra vez tomarse el poder. Esos rumores no podían tener ningún sostén.