
En el celular chino ZTE, de segunda mano, se observan cientos de fotografías de hojas de cuadernos y libros. En la de ese sábado aparece Eslatan Vega, de cinco años, sonriendo y sosteniendo con las dos manos una hoja de papel bond, con letras M y vocales. Las recortó del periódico y las pegó, con ayuda de su madre, Nancy Tapia, de 33.
El niño, que en enero volvió a clases presenciales, aparenta menos edad, por su bajo peso. Su madre lo carga desde las 12:00 hasta más de las 18:00, acomodándolo en dos cobijas que cuelgan de su cuello, pasan por su pecho y sujeta en la espalda. Ese sábado otra vez la acompaña, como lo hacía a diario, mientras la escuela era virtual, por la pandemia.
En el Ecuador hay 4,3 millones de niños y adolescentes en el sistema educativo. Y, según la ministra María Brown, al menos 120 mil están en riesgo de deserción o abandono escolar por la pandemia, que obligó al cierre de planteles.