Miel, un dúo de pop electrónico que recién comienza, se ha convertido en una súbita sensación. De ello dan fe sus 44 000 reproducciones mensuales en Spotify y las 69 000 vistas de uno de sus videos. Quisimos comprobar desde la primera fila su talento y este es el resultado.
En abril de 2022 el dúo ecuatoriano de pop electrónico Miel anunció su primera gira para los últimos días de mayo en Guayaquil, Cuenca y Quito. Al descubrir su álbum debut, homónimo de esta gira, Edén (2020), me topé con visos eclécticos de géneros varios conjugados y futurizados a través de la finura del diseño sonoro. Codificada para bailar, su música raya en psicodelia. Además, las letras de sus canciones son conjuros y poesías. “Soy un colibrí de cerro frío/ Me acerqué a verte bailar/ Me pregunto si podré hacer que te enamores/ Basta con mirarte una vez/ Para nunca poderte olvidar”, canta el tema “Girasoles”.
El vínculo de los chicos es poderoso y conmovedor. Este viaje sonoro, desnudo y multisensorial mana indudablemente de alguna verdad. Miel son Martín Flies Pizarro y Damián Segovia, de veintitrés y veintiséis años, respectivamente. “Lo mío es lo lírico, lo armónico, las texturas,dice Damián, la voz de la dupla, el cuerpo del proyecto y lo rítmico, lo dirige más Martín”. Habiendo elegido la herencia musical al corazón de sus hogares, se han encontrado en esta colaboración nuevos retos, roles e instrumentos. La reunión de los detalles que cada uno dibuja deja en evidencia una historia que surge desde ese gran amor que a veces puede ser la amistad.
