El acuerdo lo firmó el régimen que más persiguió a la Iglesia católica.
Gran paradoja de la historia ecuatoriana es que la dictadura de Federico Páez, el régimen que más persiguió a la Iglesia católica desde la Revolución Liberal, fuera el que firmó el arreglo definitivo con el Vaticano para detener el hostigamiento y establecer las relaciones de la Iglesia con el Estado, inexistentes desde inicios de siglo.
Nadie puede predecir cómo se comportará alguien que accede al poder absoluto. Ingeniero estudiado en Europa, Federico Páez era muy conocido en Quito y tenía fama de persona agradable y ocurrente, un verdadero “chulla quiteño”. Pero apenas tuvo el poder en sus manos se volvió autoritario, reprimió a los conservadores, luego a los liberales y por último a los socialistas, grupo este último al que decía pertenecer.