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Edición 465 – febrero 2021.

Fue, tal vez, el mayor sabio de su tiempo, de quien Plutarco afirma que dijo una de las frases más célebres jamás dichas: “dadme una palanca y moveré el mundo”. Ese acierto no fue una casualidad, porque a lo largo de su vida (y habría vivido hasta los 75 años) sus escritos y sus inventos le dieron un prestigio y un reconocimiento que fueron más allá de la Magna Grecia, donde vivió siempre, para diseminarse por todo el Mediterráneo, desde las Columnas de Hércules hasta Constantinopla. Era el siglo III antes de Cristo, cuando las matemáticas, la física y la astronomía se habían convertido en ciencias que eran estudiadas con unción y devoción. Y Arquímedes era su exponente mejor.