Desde 2015 Guayaquil tiene un espacio para generar comunidad en torno al cannabis. La Copa Cannábica La Perla promueve el autocultivo, los emprendimientos y el activismo a favor de la legalización.


¿Por qué no en mi ciudad?, se preguntaba hace veinte años el guayaquileño Carlos Armas López, mentalizador y gestor de la Copa Cannábica La Perla.
Si en el estadio Monumental o en el Capwell, desde general hasta suite, los hinchas se pegan su porro tranquilamente todos los fines de semana mirando el fútbol. Si en los conciertos de la escena subterránea, las pipas de weed cruzan de mano en mano y de boca en boca. Si la ciudad entera se perfuma a diario del aroma a skunk, a punto rojo, a cholita rica. ¿Entonces por qué no podíamos tener una marcha o una gran feria de la marihuana en Guayaquil, como nuestros vecinos de la región?