Los documentales nacionales hacen eco internacional. Quienes forman parte de este sector consideran que el Estado tiene una deuda con su actividad.

Vicky es una pescadora transexual. Tiene un bar en la zona costera de Engabao, posiblemente el lugar más manso del manso Guayas o, por lo menos, uno de los territorios más tolerantes. Ella es parte de la comunidad de enchaquirados, término que se refiere a la agrupación polisexual del período precolombino huancavilca, y como tal es heredera y portadora de la cultura queer ancestral. En el Ecuador es una desconocida, pero su historia tuvo repercusión en Cannes y otras aguas internacionales gracias al cine. Aun así, es probable que no la veamos en salas de cine nacionales y siga siendo una desconocida.
El cineasta guayaquileño Iván Mora Manzano dirige La playa de los enchaquirados, un documental que juega con el tiempo y tiene a Vicky como protagonista, en un espacio donde habitan la aceptación y la tolerancia. En noviembre de 2021 la película fue una de las catorce seleccionadas en la Competición Oficial Internacional del festival IDFA, en Ámsterdam, el evento más prestigioso del mundo en su clase. Antes, en julio, participó del mercado del Festival de Cannes como parte del Showcase del Sheffield Doc Fest. La película fue desarrollada, además, gracias a un premio otorgado en Portugal por otro festival, el DocLisboa.