Una nueva generación opta por la paz y una vida desenchufada de la actualidad. ¿Será posible?

Al lado de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador hay un mural. Nada espectacular: Simón Bolívar sobre un caballo, el hombre levanta la espada y el animal, gordo y rubio, levanta las patas delanteras. El mural es igual de emocionante que una notificación en el celular, salvo por un detalle memorable. Alguien escribió la palabra “Mentiras” sobre el libertador.
Soy quiteño y el próximo 23 de mayo cumpliré veintiséis años. Ambas circunstancias me acercan a la batalla del Pichincha. Proyecto mi memoria sobre los granaderos de Tarqui, me pregunto qué habrán sentido al escabullirse de los españoles, qué piensa un hombre la noche antes de pelear con otro en nombre de un sueño desesperado. Yo, que cargo con las consecuencias de esa batalla, soy también una secuela de la guerra.