Beto Valencia, el creador de El gran libro del reino animal imaginario, intervino un símbolo madrileño que tiene que ver con los animales y la gratitud.
Ese domingo de invierno dejó que habláramos de todos los temas que atañen a dos ecuatorianos en este lado del mundo, y esperó hasta que acabáramos el cruasán, la tosta con tomate, el café y la infusión para contarme que había sido elegido como uno de los artistas del certamen de diseño ¡Muchas gracias, Madrid!, organizado por el Ayuntamiento de la ciudad y dos medios de comunicación españoles, para rendir homenaje a las personas que estuvieron en primera línea de combate durante la pandemia.





El concurso pedía un diseño para una de las réplicas de la mítica escultura “El oso y el madroño”, el símbolo de Madrid, que está en la Puerta de Sol y en el escudo de la ciudad.