Se cumplen 280 años de la muerte del “cura rojo”, el extraordinario violinista y prolífico compositor de la música instrumental y vocal barroca.

El músico veneciano Antonio Vivaldi sobresalió en la música barroca con una fértil e ingeniosa producción de composiciones instrumentales, religiosas y teatrales. Murió en Viena a los 63 años, el 27 de julio de 1741 (se suele citar en la noche del 27 al 28), debido a una inflamación interna.
Aunque al final de su vida, la fama se había esfumado y tuvo penurias económicas, dejó para la posteridad los registros sonoros de la naturaleza más famosos de la música clásica: Las cuatro estaciones.