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Amantes y esposas de genios

por José Luis Barrera

El escritor Stefan Zweig escribió que la genialidad es un fuego capaz de consumir al que lo posee. Sin embargo, esta clase de incendios devastan no solo al genio: mujeres, amantes o esposas se calcinan también. A menudo, la historia ni siquiera recoge sus cenizas. Aquí las recordamos.

Olvido y venganza

La sala del departamento se ve envejecida, como si el desgaste sufrido por sus dueños se hubiese transferido a la estructura. Hay cacharros mal lavados en la cocina y el aroma rancio de la derrota impregna el lugar. En el dormitorio principal, sentada en un sillón, permanece una anciana perdida en la penumbra de su memoria; su nombre es Silvina Ocampo (1903-1993), fue una de las mejores escritoras de Argentina.

De pronto, su esposo, Adolfo Bioy Casares (1914-1999), irrumpe en la habitación echándose a sus pies; la acaricia y la besa; dice palabras dulces y hace reclamos de amor, pero no recibe respuesta. Su mujer se regocija en olvidarlo.

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