
No existe una varita mágica ni producto milagroso que le ayude a bajar de peso de forma estable y sana. Si aún tenía esa idea en mente, debe borrarla y empezar un plan ordenado de alimentación.
Engordamos porque no gastamos energéticamente todo lo que ingerimos. Ese es el resumen. Sin embargo, aunque engordar parece más sencillo que adelgazar, existen varios factores detrás. Una razón para que sea más difícil bajar de peso es que, cuando iniciamos una dieta restrictiva, nuestro cerebro activa la hormona del cortisol, relacionada con el estrés, y produce, sobre todo, ansiedad, como lo explica a Mundo Diners la nutricionista Denisse Gudiño.
“Cuando quieres bajar de peso o te quieres someter a una dieta, te estresas, automáticamente escuchas la palabra dieta y la asocias con un sacrificio, piensas que vas a tener que morir de hambre o dejar algo que te gusta por un propósito. Entonces, fisiológicamente, la hormona del cortisol se activa y desencadena más hambre y ansiedad”. Eso no ocurre cuando el proceso se inicia con un plan de alimentación para cambiar los hábitos, sin estrés ni prohibiciones de por medio.