
“Vivía igual que un cazador
En soledad, sin fe ni amor
Mi presa siempre estaba en otro lado”.
Nacho Vegas
Hay cosas que deseo. Cosas simples: tomar un café y leer un libro con la luz de la tarde, nadar en una piscina, hacer ejercicio por la mañana, ver una película que hace tiempo tengo pendiente, montar bici con mi hijo, escribir algo que me ronda en la cabeza como una mariposa lejana.
He dicho que son cosas simples, pero no por eso dejan de ser complicadas. A veces (o siempre) lo más difícil es lo más simple.