Por Jorge Ortiz.
Edición 432 – mayo 2018.
Todo sucedió ese año vertiginoso, desde el cuestionamiento masivo del capitalismo hasta el principio del fin del socialismo.
“We want the world and we want it now”, cantaba Jim Morrison en aquellos tiempos intensos, de agitación, ilusión y sueños. “Queremos el mundo y lo queremos ahora”.
Su grupo musical, The Doors, era una de las voces emblemáticas de una juventud inconformista y rebelde, que consideraba vetusta, anquilosada y reaccionaria a la sociedad capitalista, con su prosperidad económica y sus valores tradicionales.
Los pensadores marxistas, empezando por Herbert Marcuse y Theodor Adorno, eran los forjadores intelectuales de un movimiento de protesta cada día más resuelto y masivo, que se difundía raudo e imparable por las mayores ciudades occidentales.
