El humor guayaco es venenoso, identificable y único, pero… ¿funciona en el resto del mundo? Uno de los arriesgados pioneros del stand-up comedy en Guayaquil narra su proceso de adaptación cómica en Barcelona, donde descubre que su material ya no logra hacer reír.
Hace más de un año que no le digo cachudo a nadie desde el escenario. Y acá no es que falten cachudos; la poligamia, con y sin consentimiento, es sumamente popular en Europa. Lo que pasa es que no terminan de entender qué tiene de chistoso bromear con eso… Así como tampoco entienden la gracia detrás de gritarle a alguien “5 a 0”, seguido de “coqueta”. Es que acá en Barcelona ni se acuerdan, ni les duele los chistes del Barcelona de Guayaquil. De hecho, a la mayoría de nuestro humor lo encuentran indescifrable.
