El cine ha dejado constancia de la celebración más emotiva de México: el Día de Muertos, que honra el recuerdo de los que se han ido y pone buena cara al más allá.

“El culto a la vida, si de verdad es profundo y total, es también culto a la muerte. Ambas son inseparables. Una civilización que niega a la muerte, acaba por negar a la vida”, decía el poeta mexicano Octavio Paz.
Esas palabras encajan perfectamente con el significado de la fiesta de mayor arraigo en México: el Día de Muertos, reconocida por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.