
Santiago Gamboa,
Alfaguara, Bogotá, 2021
La violencia que inunda Colombia contamina toda la sociedad, pero también tiñe la literatura del país. Los más originales y talentosos escritores no pueden escapar de esta crecida y sus relatos terminan siempre aludiendo directa o indirectamente a esta trágica circunstancia. En esta novela Gamboa nos lleva a la versión más densa y despiadada de la violencia, cuya descripción puede definirse con el tópico “no deja nada para la imaginación”.
Desde el inicio la truculencia alcanza alto voltaje: en los alrededores de Bogotá, la lluvia desentierra los miembros cercenados de un hombre. El análisis del repulsivo hallazgo pone un sesgo bestial al misterio, al demostrar que fueron cortados a una persona viva. El caso se enrarece porque una vez hecho el cotejo de ADN se descubre que el amputado vive e incluso está preso, condenado por graves delitos. El avispado fiscal Edilson Jutsiñamuy y la periodista Julieta Lezama se apoyan mutuamente para desenredar el caso, cada uno en procura de sus propios objetivos profesionales.