The White Lotus, serie de HBO, parte de una premisa muy simple: las relaciones entre los empleados y los huéspedes de un lujoso resort en una isla deliciosa. Pero siempre hay una trampa: las peores vacaciones son aquellas de las que no se puede escapar.
Las vacaciones se relacionan con el escape. ¿Escape de qué? De todo un poco. Escape de uno mismo, sobre todo. Quienes practican la meditación logran que la mente se detenga y descanse, pero las mentes en reposo no son, ni de lejos, mayoría.
La mayoría quiere levantarse en otra cama, colgarse de otra ducha, bajar al comedor y que el desayuno esté listo; disponer el día entero entre el ocio, la aventura y ojalá también los excesos. Reemplazar los problemas que teníamos en la cabeza antes de subir al avión por los que tenemos ahora: qué hacer primero, ¿playa o piscina?
