Tras cuarenta años presentando noticias en televisión, hay personas que se le acercan en la calle para contarle sus problemas y pedirle consejo. Dicen que su voz los calma, que les recuerda la habitación de sus padres o los almuerzos en familia. Teresa Arboleda es un referente del periodismo y también una de las mujeres más queridas del Ecuador.

Creo que estuve mucho tiempo frente a la comunidad y probablemente se estableció un vínculo afectivo con mi imagen, esto pasa cuando te quedas cuatro décadas en un lugar. Por eso se me ocurrió hacer un pódcast (de pequeñas cápsulas con mensajes positivos). Me pareció que las personas me veían como amiga y pensé que era mi obligación seguir acompañando… Les pregunté a mis seguidores de Instagram por qué les gusta mi voz y dijeron que es una voz que calma, por eso le pusimos al pódcast La voz que calma. Los temas salen a raíz de lo que me comparten, tengo que hacer más, pero ahora estoy de abuela. Estoy disfrutando de ir a todos los lugares donde me invitan, porque antes no podía hacerlo, también salgo a caminar, voy al gimnasio… Me quiero meter a un curso de bioética. Además, estoy cuidando a mi mamá que tiene 89 años y vive conmigo.
—¿Cómo es ser abuela? ¿Y cómo fue ser periodista de televisión y mamá de tres?
—Los nietos son la dulzura, la ternura y el cielo en esta tierra. Por todo lo que tus hijos te hagan sufrir tus nietos te van a compensar. Tengo dos nietos y tres hijos: mi hija mayor y mis dos mellizos.