
Pintarse las uñas es cada vez más natural: sin químicos ni testeos en animales.
La industria de la belleza se aferra a proporcionar productos libres de toxicidad y amigables con el medioambiente. En ese sentido, los esmaltes de uña reciben un soplo renovado con alternativas de origen natural.
La demanda y la oferta apuntan a productos orgánicos de ingredientes naturales que no contienen químicos sintéticos como parabenos, ftalatos, petroquímicos y sales de aluminio.