Ilustración: María José Mesias
Ni México, siendo el país vecino de Estados Unidos y la principal amenaza en sus fronteras, ni Colombia, habiendo recibido alrededor de doce billones de dólares en asistencia militar en el marco del Plan Colombia durante la primera década del milenio lo pudieron combatir, ¿por qué podríamos hacerlo nosotros? Me refiero al narcotráfico, por supuesto, y a la cola de violencia y terror que trae a los países en los que opera. Por eso hay que legalizar la droga ya.
Una verdad incómoda
Es un secreto a voces. Nadie lo quiere admitir, pues alrededor del tema se cuela una inmensa dosis de mojigatería hipócrita, pero la pelea parecería estar perdida. Ni los Estados más poderosos han podido vencer al leviatán de la droga y el narco con sus tentáculos bien enraizados en los círculos más poderosos de la sociedad desde donde la permea toda. Los narcoestados ya no poseen el monopolio de la violencia, pues desde hace rato quienes caotizan a la sociedad y la tienen descuartizada son los carteles del narcotráfico. Y no, no se trata de armar a la ciudadanía como proponen algunos trasnochados conservadores. El problema jamás se va a solucionar así, pues la violencia incontenible jamás se para con más violencia y peor incitando a una suerte de guerra civil de todos contra todos.