EDICIÓN 486
Injusticia aquella de ser reconocida después de muerta. Es lo que aconteció con Lucia Berlin (Alaska, 1936), quien hubiera podido solventar sus urgencias económicas de entonces con la actual publicación masiva de sus libros en varios idiomas y con una crítica por demás favorable.
Has llegado al límite de artículos gratis para este mes.
¡Lee sin límites!
HAZTE PREMIUM
o
Iniciar sesión
