Una cosa es contarlo y otra es verlo. Olerlo. Escucharlo. El Mercado de los Mostenses de Madrid es –literalmente- eso que algunos llaman Melting pot, la olla de la mezcla. Y justamente de ollas va la cosa porque aquí, en estos alucinantes dos mil metros cuadrados, se encuentran los ingredientes para prepararlo todo.
Por María Fernanda Ampuero
Fotos de Edu León
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